miércoles, 31 de diciembre de 2014

Amo Azul

Entre mis lecturas sobre BDSM me he encontrado el término Amo azul, que hace referencia a su equivalente en una relación vainilla, el Príncipe Azul. De niñas crecemos con la idea de encontrar al Príncipe, que será perfecto y que al momento de encontrarnos quedará enamorado de nosotras. Inclusive las historias actuales han tomado de trasfondo esta misma idea donde una mujer promedio se encuentra con el hombre de sus sueños (El vampiro Edward, Christian Grey, por ejemplo), y él se enamora perdidamente de ella. ¿Será que por la mente de las sumisas también pasa la idea de encontrarse al Amo Azul?.

Refiriéndome a la definición que existe en Wikipedia del Príncipe Azul  (http://es.wikipedia.org/wiki/Pr%C3%ADncipe_azul):

El príncipe azul es un personaje tipo que se originó en varios cuentos de hadas. Es un príncipe que va al rescate de la dama en apuros, y típicamente debe emprender una búsqueda para liberarla de un malvado hechizo. Se ha llamado así a los héroes de varias historias del folclore tradicional, entre ellas Blancanieves, La bella durmiente y Cenicienta.

... Lo más importante para la trama de estas historias es el estatus real del príncipe azul, que le permite romper las maldiciones que mantienen dormidas a Blancanieves y La bella durmiente, así como en palabras de Calleja «[... la] construcción folclórica de un cúmulo de ideales en torno a un personaje que encarna el matrimonio, la boda entendida como final feliz, como recompensa».

Siguiendo entonces la idea, el Príncipe Azul es la idealización de un personaje con la expectativa de un final feliz.

Si consideramos que una idealización es, de acuerdo a la definición de la Real Academia Española de la Lengua (http://lema.rae.es/drae/?val=idealizacion):

Idealización
tr. Elevar las cosas sobre la realidad sensible por medio de la inteligencia o la fantasía.

Trasladando esto a lo que sería un Amo Azul, pudiéramos decir es aquél Amo idealizado que posee las cualidades que garantizarán ser aquél que toda sumisa desea encontrar: guapo, rico, inteligente, caballeroso, y que por supuesto, al momento de encontrarnos se enamorará de nosotras.

Si bien es cierto que una siempre debe buscar lo mejor, en la realidad sería muy difícil encontrar a ese Amo Azul que cubriera todos nuestros deseos y expectativas. Adicionalmente, un Amo ante todo es un hombre de carne y hueso que también tendrá que aprender cómo ser mejor Amo, conocer a su sumisa conforme se va estrechando la relación, y como en cualquier proceso de aprendizaje habrá errores y aciertos, y habrá momentos en los que el Amo no se encuentre en la mejor disposición de mandar o dominar, o tenga ocupaciones que atender.

Lo que yo he ido aprendiendo conforme voy avanzando en este camino es que la búsqueda de un Amo debe tener inicio en un ejercicio de introspección personal, que no de una sola vez sino de repeticiones continuas, en el que la sumisa debe conocer de forma profunda sus necesidades físicas y emocionales, sus propios valores, y el nivel de entrega que quiere llegar a alcanzar. Ya con ésa base definida, buscar al Amo que tenga las cualidades e intereses similares, y como menciona mi Tutor El Faro en 100 dudas de una aprendiz de sumisa (http://elfarosm.blogspot.com.es/2013/02/100-dudas-de-una-aprendiz-de-sumisa_25.html), en su duda número 25, buscar sobre todo que los valores que Él tenga sean compatibles con los propios, pues éstos son difíciles de cambiar o aprender.

He encontrado relatos, frases, fotografías y comentarios en blogs y redes sociales que me parece que idealizan la idea de la sumisión, creo que dan la idea de una relación D/s perfecta en donde todo es miel sobre hojuelas, sin embargo, pocos de ellos te dan una idea práctica de la relación.

En lo personal, inicialmente lo que me llamó la atención de las relaciones BDSM es la necesidad de un nivel alto de confianza, al cual se llega con honestidad y comunicación. Debido al riesgo físico y la intensidad emocional que se genera, la comunicación entre Amo y sumisa tiene que ser clara y honesta.

Para mí desde siempre la honestidad, comunicarse claramente con la verdad, le da la oportunidad a la otra persona a decidir si quiere o no quiere quedarse, y esa es una de las reglas fundamentales del BDSM: consensuado.


Para mí la lección más importante respecto a entender cómo me gustaría que fuera ese Amo que espero, es conocerme yo misma para poder reconocer lo que necesito de un Amo y no buscar un "Amo Azul" que sea perfecto.

1 comentario:

  1. Excelente revisión de expectativas... Evolución e introspección evidente.

    Saludos y besos... Aunque frustren
    H

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