Es increíble como pasa el tiempo, hace ya dos años que
escribí en el blog, y pareciera que fue hace menos. Así es como se nos pasa la
vida desafortunadamente, muy rápido.
En estos dos años he aprendido sobre mi sumisión y sobre
Doms/Amos. Como dije en mi entrada anterior, la sumisión antes que otra cosa es
un ejercicio de introspección. He conocido a dos o tres personas con las que he
intentado una relación D/s, sin llegar a concretarlas, y ahora estoy nuevamente
intentando con mi Dom.
Al estar con aquellos Dominantes he aprendido sobre límites
y respeto, sobre todo. En una relación en la que pones tu confianza y tu
integridad física en manos de otro, es muy muy importante el respeto a los
limites. Si tu pones un límite, sea suave o duro, y el Dominante no lo respeta,
pierdes la confianza y entonces la relación no puede llegar a más. Aunque
conozco mujeres que con el afán de permanecer en la relación lo toleran, o con
el pretexto de estar enamoradas, y al final terminan en una mala relación que
solo les hace daño.
También he aprendido sobre el intercambio de poder, y esto
va relacionado directamente con la sumisión. Es esta cesión de poder lo que le
da autoridad al Dom, y lo que realmente significa la sumisión. Una no siempre
está consciente de cuanto quiere ceder, hay quienes lo dan todo como las
kajiras o las esclavas, y hay quienes dan muy poco. Cuando una está dispuesta a
cederlo todo e involucrarse en una relación TPE (Total Power Exchange –
Intercambio Total de Poder), es importante tener en cuenta que tus gustos y
preferencias, tus actividades cotidianas, tu vida completa cambiara, y se
convertirá en lo que el Dom quiera, y perderás el derecho de opinar y decidir.
Al principio, cuando recién entre en este mundo del BDSM, la idea de ser
esclava me parecía fabulosa, sirviendo a un Amo y entregándome por completo,
confiando ciegamente, y además tiene cierta “comodidad”, el decide y él se
ocupa. Sin embargo, cuando realmente empecé a estar con un Dom que quería una
relación TPE, no me resulto tan atractiva la relación, sobre todo porque experimente
y sentí el hecho de que mi opinión no fuera tomada en cuenta. Este hecho, para
una mujer que ha sido independiente la mayor parte de su vida como yo, mmm
puede resultar muy incómodo y molesto.
Luego, en el otro extremo, un Dom que solo te usa
sexualmente, por acuerdo mutuo y sin involucramiento, con intercambio de poder
solo en la cama. Bueno, resulta divertido, kinky, tienes toda la libertad del
mundo de hacer de tu vida un papalote, pero… y luego? Donde esta la parte del
apoyo? Donde está la parte sentimental que para la mayoría de las mujeres
“cuenta y cuenta mucho” J?
Cuando llegas a casa y no hay nada más allá?
Yo no juzgo porque para cada quien uno u otro puede ser
bueno, o muy bueno; para mí se abre un abanico de opciones y oportunidades de
quedar en algún punto entre uno y otro, como diría mi madre “ni tanto que queme
al santo, ni tanto que no lo alumbre”.
Ahora estoy empezando como sumisa de mi Amo Juan, quien,
como parte de mi entrenamiento, me requirió reiniciara mi blog y reflexionara
sobre lo que he aprendido. Mi Amo ha llevado a su sumisa despacio y poco a
poco, es muy bueno con su sumisa y estoy aprendiendo mucho con El.
Les deseo
que tengan un año 2017 lleno de salud y de las cosas que mas desean.
lili
aprender mi sumisa es un proceso que no se da en un dia es comprender, adaptar, corregir, como te dije es encontrarte dentro de un todo para poder ser quien eres una sumisa sirviendo en tu propia libertad de desear estar ahí por voluntad.
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